Después de una semana intensa tanto física como mentalmente, recordé la fórmula de Victor Küppers: v = (c + h) * a. En esta fórmula, «C» representa el conocimiento sumado a «H» (habilidad), multiplicado por «A» (actitud). La «A» es realmente crucial en la vida, ya que sin una actitud adecuada es difícil mantener una conexión plena con el momento presente, ya sea en lo personal, familiar o laboral. La actitud puede llevarte al estado de flujo, donde puedes transformar incluso momentos difíciles en experiencias positivas.
A veces la vida nos enfrenta a circunstancias incómodas. Sin importar lo complicado que parezca el panorama, es crucial enfocarse en cómo podemos convertir ese momento en algo útil. Haciendo una pausa, respirando profundamente y preguntándonos qué podemos hacer para encontrar algo positivo en esa situación, podemos evitar que nuestra mente se enfoque solo en el problema. Esto reduce nuestros niveles de preocupación y frustración, permitiendo que nuestro pensamiento racional busque ideas y estrategias que nos ayuden a sentirnos mejor y a sacar lo mejor de nosotros mismos. Nuestra actitud marca la diferencia entre quedarnos atrapados en el problema o transformar nuestros momentos difíciles.
Si bien es cierto que la actitud por sí sola no resuelve todos los problemas, sí nos libera del bloqueo que estos pueden generar. Al gestionar nuestra actitud, estamos programando nuestro cerebro para que deje de lado lo negativo y se enfoque en acciones positivas para nosotros. Cuando aprendemos a dirigir nuestro cerebro a través de nuestra actitud, ningún problema puede afectarnos negativamente.
La fábula «El líder que no tenía cargo» de Robin Sharma menciona a 4 maestros, uno de ellos es Anna, una empleada de limpieza en uno de los hoteles más prestigiosos de Nueva York, que encarna el poder natural.
Los cuatros poderes naturales:
Poder Natural 1: Todos nosotros tenemos el poder de ir cada día a trabajar y dar lo mejor de nosotros mismos. Y para eso no hace falta tener un cargo.
Poder Natural 2: Nosotros tenemos el poder de inspirar, influir y ensalzar a todas las personas con las que nos encontremos mediante el don del buen ejemplo. Y para eso no hace falta tener un cargo.
Poder Natural 3: Todos nosotros podemos crear cambios positivos ante unas condiciones negativas. Y para eso no hace falta tener un cargo.
Poder Natural 4: Todos los que conocemos la verdad sobre el liderazgo podemos tratar a todos los implicados en una organización con respeto, aprecio y bondad y, al hacerlo, elevar la cultura de la organización a lo mejor de lo mejor. Y para eso no hace falta tener un cargo.
Es todo por ahora, espero te pueda servir esta pequeña reflexión, y por experiencia propia, en verdad sirve ponerle actitud a la vida, te evitara muchos dolores de cabeza.
“Nuestra más grande libertad es la libertad de escoger nuestra actitud” – Viktor Frankl.
Excelente reflexión Alberto, ante todo actitud. Gracias